En la década de los 90 Victoriano Churo y Cirildo Chacarito corredores rarámuris, fueron invitados a competencias internacionales de ultramaratón en las que obtuvieron diversos campeonatos y acapararon las miradas de los mejores corredores del mundo que, atónitos, veían a un par de ancianos de largos vestidos floreados y llantas como calzado, romper los récords e imponer una nueva manera de correr. Hoy estos dos grandes corredores continúan la carrera sin aspiraciones de fama y gloria, pero con la única esperanza de resistir cada día al lado de sus familias. Ahora es tiempo que las nuevas generaciones de corredores alcancen sus propios sueños.
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