Comerse al enemigo/volverse calle: Una mirada a la performance de Lukas Avendaño

Bajo el azulColumnaComunidadDestacado

En enero de este año se llevó a cabo la quinta versión del Festival de Cine y las Artes Indígenas en Wallmapu, FICWALLMAPU, en la ciudad de Temuko que tuvo como foco las diversidades sexuales y afectivas en pueblos ancestrales. 

A pesar de las distancias geográficas que existen entre dichos pueblos, fue posible percibir lo común, la manera en que las corporalidades dan cuenta de sus propios territorios y viceversa. Como una mezcla de tierra con agua que forma la arcilla, las llamadas identidades sexuales y afectivas son indivisibles a las realidades culturales de cada pueblo. Nos une también la resistencia tanto por la defensa de nuestros territorios y cultura como la de nuestras propias vidas dentro de los pueblos. En muchos casos la discriminación y marginalidad son realidades muy crudas, fracturas heredadas de la evangelización y la colonización, occidentalización forzada de nuestros cuerpos. 

Muchas de las actividades de esta versión se realizaron en el espacio público, específicamente en plazas, siendo puntos de congregación y diálogo en donde muchas personas tuvieron la posibilidad de participar. 

Espacios que desde hace muchos años han sido disputados por mapuche y también por el pueblo chileno como ocurrió recientemente,  el 18 de octubre del 2019 con el inicio del estallido social. Las calles han sido espacios de protesta y lucha contra la represión estatal. Temuko vio cómo cayeron los bustos de genocidas y próceres patrios que se erigían en las plazas. Pedestales con esculturas ausentes son el vestigio de la urgencia por la re escritura de una historia que nos ha violentado por siglos. Desde mucho antes, la lucha de las lamngen hortaliceras defendiendo el derecho a generar sus propias economías en las calles de Temuko y cómo el alcalde las ha reprimido para sacarlas, sin lograr su objetivo. Estos son algunos ejemplos de cómo se entiende que el espacio público es un espacio de disputa. 

Una de las actividades de Ficwallmapu fueron las noches de cine “Bajo el azul” que, además de exhibir películas también contaba con presentaciones de performance, poesía y música. 

La última de estas jornadas (viernes 24 de enero) la abrío la escritora mapuche Daniela Catrileo, con un destello que surge desde su pecho y avanza con ella cruzando la plaza hacia el escenario, lentamente: “Tañi piwke, piwke, piwke”. Las palabras inundan la plaza y nos eriza la piel. Ese piwke es el de todxs quienes estamos ahí y sigue destellando mientras Daniela nos comparte sus tejidos poéticos. 

Daniela Catrileo recitando extractos de Guerra Florida
Daniela Catrileo recitando extractos de «Guerra Florida»

Lukas Avendaño, performer zapoteca estuvo invitado con el documental “La utopía de la mariposa” (Dir. Miguel J. Crespo, 2019) el cual protagoniza para exponer su historia como muxe*, como artista y la lucha por justicia ante la desaparición de su hermano Bruno en México.  

Con ternura y eroticidad muestra la reafirmación del deseo desde un lenguaje común en plena plaza de los milicos. Aparece envueltx en una capa dorada inmensa que evoca a una virgen. Al quitársela deja ver un vestido ceñido al cuerpo.  Tango, dildos, una copa de vino y una máscara de luchador mexicano libran el juego del poder, quién ordena y quién obedece en una propuesta sensual y cruda. Un juego que podría extenderse hasta el infinito o hasta que unx de lxs dos implicadxs decida no continuar: “Por favor, pídame que le muerda las tetillas”, “por favor, pídame que le desabroche el cinturón” y así sucesivamente hasta llegar a ser penetradx con un dildo. Escucho a muchas personas que comentan: “jamás pensé ver algo así en pleno Temuko”. Voy entendiendo que se trata de una performance bastante radical, que tiene lugar en tiempos históricos complejos y que se hace absolutamente necesaria. 

Lukas Avendaño y extras durante su performance Madame Gabia
Performance «Madame Gabia’  ensayo del emperramiento» en la Plaza de los Milicos, Temuco

Una corporalidad muxe seduciendo a un espectador enmascarado siendo penetradx en vivo en una plaza pública ubicada en un territorio que actualmente denominan Chile, último país del cono sur en despenalizar la sodomía (recién hace 20 años). Temuko, fundada inicialmente como un fuerte por parte de la campaña republicana chilena llamada “Pacificación de la Araucanía” en 1881, y que tuvo como finalidad intentar adueñarse de todo Wallmapu y diezmar al pueblo mapuche. 

Un dildo,  figura fálica que podría evocar la erección hambrienta de sangre de los españoles primero y los chilenos después.  Lukas tergiversa, desfigura su referencia simbólica y lo engulle como se devoraría unx al enemigo. 

Esta acción se queda en la memoria como una especie de pos-fundación pero esta vez del deseo y la ternura, enraizada a ese lugar a pesar del cemento.  Lucas se aleja de la escena dejando a un público agradecido y entusiasta. Lágrimas, risas y afafanes se escuchan en la plaza llena. 

Todas las noches que ocupamos estos sitios nos hacen recordar que estos lugares nos pertenecen, que el Wallmapu son también las ciudades que se fundaron sobre él.

* Según la definición de Elisa Niño Vázquez, sicóloga, docente y activista en su escrito “Muxe. ¿Diidxacadxeelasaa y/o performatividad queer?”  señala: “Los antepasados zapotecas consideraban a los muxe como parte de lo que se nombraría ahora un ´tercer género`, no hombres y no mujeres, un lugar en el medio, simplemente diferente”. Mujeres y pueblos originarios: luchas y resistencias hacia la descolonización. Ed. Pehuén, 2016, Santiago.
Retrato del autor
Paula Baeza Pailamilla

Desde 2011 ha trabajado desde la performance basándose en su propia identidad mapuche en la ciudad, siendo este el punto de origen para sus obras, interpelándose a sí misma y a su contexto a nivel histórico, político y social. Desde el año 2016 forma parte del colectivo mapuche feminista Rangiñtulewfü. Se destaca su trabajo textil desde proyectos de arte relacional. Ha sido artista invitada a diversos encuentros, teatros y galerías en Chile, Argentina, Uruguay y Colombia y con video-performance en Finlandia, abordando temas desde el cuerpo e identidades racializadas y su contexto.