Que la frase “valer hongo” signifique tener un gran valor

Cuando era niña recolectaba hongos junto a mi familia, en otoño llenábamos las canastas con changles y en primavera con digueñes. Con mi tío Carlos jugábamos a quién encontraba los hongos primero, cuando yo encontraba unos en formación los tapaba con hojas y los rodeaba con palitos para después recordar el lugar exacto y volver a buscarlos.

Caminábamos mirando y admirando muchas especies, pero como no sabíamos si se comían las dejábamos ahí. Siempre me llamó la atención la grandeza del loyo, el color vistoso del Cortinarius magellanicus y ese aroma inconfundible del gargal, años más tarde aprendí sus nombres y que además eran comestibles.

A pesar de estudiar una carrera relacionada a la conservación de la naturaleza, en la universidad no se le daba la importancia a este Reino, no existía un ramo o un electivo que abordara esta área, los artículos eran escasos y los pocos libros inalcanzables para un bolsillo de estudiante.

En la actualidad, el panorama ha cambiado un poco. Cada vez se tiene más información sobre los hongos, su biología, sus roles ecosistémicos, hay literatura más accesible, encuentros, recolecciones comunitarias. Sin embargo, siento que no hemos dicho lo suficiente y que también se nos han negado algunos espacios como recolectoras y como mapuche. Por eso me atrevo a escribir, porque mucho tenemos que decir sobre los hongos que se desarrollan en nuestro territorio.

Por lo mismo hace dos años empezamos a trabajar en la creación de una guía de identificación de hongos comestibles y medicinales, recorrimos lugares, conversamos e investigamos, encontramos en los relatos del logko Pacual Coña la primera referencia escrita sobre los hongos que data  del año 1930, en donde se menciona lo siguiente:

“Ka muley fentxen mapu kufüll, kakewmey ñi az. Kiñeke chumpiru femgey ñi logko, kakelu txololküley, kakelu changüll azgey, kakelu mogkollküley, tapül nielay, re folilgey ka foron ka logkogey. Muley kütxawa ka lugu ka loyo, ka karay ka llogkono, ka püke, kom ifalgey. Feychi pitxo ka retxüalwe ka pütxem killkill ifalgekelay”

Además existen muchas especies de “mariscos terrestres” o callampas. Tienen formas bien variadas. La cabeza de unas se asemeja a un sombrero, otras están abiertas por arriba, otras tienen como dedos, otras son de forma esférica. Hojas no tienen, consisten únicamente en raíz, tallo y cabeza. Hay los hongos quechahue y lungu, la cepa loyo, el caray, lloncono, pique y chede, que son comestibles todos. El pitro, la vara del muerto no se pueden comer.

Este relato es muy valioso dado que refleja el entendimiento que el lamgen poseía sobre los hongos, marcando un precedente desde el punto de vista histórico, biológico y lingüístico relacionado a estos organismos,  además los agrupa y clasifica en un taxón bajo el nombre mapu kufüll (mariscos de tierra) y genera descripciones según sus formas al mencionar “la cabeza de unas se asemeja a un sombrero, otras tienen como dedos, otras son de forma esférica…” o sea da las pautas para una futura clasificación de los hongos según sus características externas.

Exploración en el Peweñentu.

Es por esto y en reconocimiento al lamgen y sus saberes tan pioneros para su época, que decidimos llamar a este trabajo “Wallmapu ñi kakewme mapu kufüll” la primera guía de hongos de Wallmapu, que está escrita en formato bilingüe mapuzungun/español y por un equipo de lamgen compuesto por Daniel Punolef, Rodrigo Kurulef, Marianela Velasquez Antimilla y quien escribe.

En total son 12 especies las que aparecen descritas en la guía, como el changle, loyo, pinatra, pique… hongos registrados en los territorios de Kuzpe mapu (Gorbea), Pukura, Challupen y el Peweñentu. 

A modo de ejemplo les quiero compartir una de las descripciones micológicas que aparecen en la guía, de uno de los hongos más recolectados en Wallmapu, me refiero a los digueñes.

Mapuche üy: Ñegüm, Ziweñ

Koyam mew wirkolen txemkey welu kisulen txemkey kafey, lüq, choz ka lüq chiwaw azgey. Mogkol reke femgey ka ñüpuz ilogey, ifal mapu kufüllgey, rume faligey ka kakewmey tañi iyaeltugen. Ziñenkiyawgekey akustu küyenh ka oktufüre küyenh kütu.

 (Descripción en mapuzungun por Daniel Punolef)

Nombre científico: Cyttaria espinoseae 

Nombre común: Digueñe 

Crece principalmente en los hualles, generalmente en aglomeraciones aunque a veces se le puede ver en solitario, sus tonalidades van desde el blanco, amarillo al rosado pálido, es de aspecto globoso, viscoso. Comestible, muy valorado en la gastronomía en donde se prepara de distintas formas, su temporada de recolección va desde agosto a octubre.

Chumgechi txemkey ziweñ / Digueñe y sus etapas de desarrollo

Recuerdo que este texto lo realizamos de forma colectiva junto a las y los asistentes de un taller denominado “Ante la crisis climática saberes territoriales” convocado por Fic Wallmapu en Temuko, septiembre del 2021. Entonces cobra más relevancia el compartirla porque cuando nos juntamos a conversar de los mapu kufüll se genera una atmósfera inmediata de colectividad, respeto y sabiduría que se ve reflejada en la descripción.

Resumen del taller “Ante la crisis climática, saberes territoriales: mapu küfüll en Pucura”.

También nos atrevimos a generar una propuesta de clasificación de los hongos según sus formas tomando como base lo anteriormente mencionado por el logko Pascual Coña, para así generar pertinencia y sentido en cada una de las descripciones.  Esta clasificación hace referencia a elementos cotidianos presentes en el mundo mapuche y campesino.

Imagen adjunta, diseño de Rodrigo Kurulef.

Según esta clasificación podríamos afirmar que existen hongos con forma de chumpiru (sombrero) como el loyo, con forma de pilwa como la morchela, con forma de chagüll (dedos) como el changle y así…

Recuperar el nombre en mapuzungun de los hongos, salir a caminar por los bosques en Wallmapu, muchas veces saltar la cerca porque los hongos están en “propiedad privada”, crear esta guía y un micro documental junto a un equipo de lamgen, ha sido una experiencia reparadora, una especie de revancha simbólica que nos permiten reivindicarnos como recolectoras, como mujeres, como madres, y por sobre todo, como mapuche. 

Contarles que seguimos recolectando, fotografiando, investigando, parte de esa información la compartimos por redes sociales, Facebook e Instagram, a través del nombre mapukufull.wallmapu por si quieren  seguirnos o contactarnos.

 Para finalizar, compartirles que un día buscando changles junto a unas amigas de mi hija, una de ellas, Luisa Valenzuela Llancaman de 7 años nos dijo que “los hongos son seres vivos igual que nosotras y merecen respeto”. Una maravillosa definición para los mapu kufüll porque sí, son seres vivos importantes e imprescindibles en la naturaleza: son recicladores, contribuyen en la mitigación del cambio climático, son formadores de suelo, importantísimos en el ciclo del agua y nutrientes y, por si esto fuera poco, además algunas especies son comestibles, medicinales, tintóreas. Son tantos y tan valiosos sus roles y características que valer hongo obviamente significa tener un gran valor.

Micro documental Wallmapu ñi kakewme mapu kufüll

Retrato del autor
Natalia Chiwaikura Bart

Recolectora, bióloga, dedicada a la conservación de la naturaleza generando vínculos metodológicos entre el mapuche kimün y las ciencias biológicas.