El cine de Ficwallmapu llegó a Curacautín con mate y nutxam

Festival

Luego de una intensa semana, las Muestras de Cine Itinerante Rumbo a FICWALLMAPU 2018 llegaron a Curacautín. Donde un auditorio lleno de atentos pichikeche disfrutaron una selección de animaciones, para finalizar la tarde convocando al público adulto, quienes enriquecieron el diálogo manifestando encuentros y disidencias.

Entre las motivaciones del equipo del FICWALLMAPU se encuentran descentralizar el cine acercándolo a los distintos territorios y articular reflexiones en torno a las historias de los pueblos ancestrales. Es por esto que la última semana de noviembre viajamos a Renaico, Pucón, Alto Bíobio y finalmente, Curacautín. Comuna que dispuso las excelentes dependencias del Auditorio Municipal para reunir en torno al cine a los más chicos y grandes de las familias.

A las 16:00 horas fue el turno de los pichikeche de los jardines infantiles «Pinocho» y «Princesitas», quienes durante 40 minutos miraron con atención realizaciones como «Doña Ubenza», «Cuéntame un cuento, El Calafate», «Uma Wawa, niña agua», «Nakú, el niño volador» y «El niño feliz», un corto animado con los cantos de Joel Maripil. Al finalizar dijeron que lo que más les gustó fueron «Los cortos mapuche» y disfrutaron de jugos y sopaipillas antes de regresar a sus casas.

En la tarde, el público se formó entre señora de la tercera edad que se acercaron preguntando por “la mateada” anunciada por Cultura Curacautín, para luego ver con atención la selección que se centró en la relación abuela y nieta con «La corteza de mi abuela» y «Áile ja áhkku». Al finalizar, el documental «Quipu, llamadas por justicia», retrato de la organización de mujeres indígena del Perú a partir de la esterilización forzada que sufrieron cerca de 300.000 de ellas durante el gobierno de Fujimori.

Entre sopaipillas y mate las mujeres y los hombres que fueron llegando, con evidente conmoción expresaron la importancia de abrir estos espacios de información y debate en torno al cine. Se habló de que estamos en un espacio de transición entre el modo antiguo y la modernidad, y la urgencia de encontrar confluencias de escucha y buen vivir para salvar el presente. También del rol que juega la mujer en torno a la recuperación de espacios y derechos fundamentales y la riqueza de organizarse, independiente los grados académicos.

La opinión generalizada coincidió en que hoy, más que nunca, debemos aprender de las culturas originarias, entre otras razones, por la urgencia del calentamiento global. Volcarnos a su sabiduría y al respeto con la naturaleza. Respeto que es propio del ser humano consciente, sea cual fuera su identidad. «Ya no hay nada puro», señaló uno de los asistentes.

Olga Biscarra, encargada de Biblioteca y Teatro de la Cultura señaló tras la muestra: «Interesante conocer todo este tema del cine indígena. Para la gente que vino hoy día es nuevo, porque no lo habíamos visto, así que es importante que ustedes nos den a conocer toda esta realidad que de repente uno la ve en televisión pero muy a la rápida».

Uno de los asistentes a la muestra fue el arquitecto Álvaro Ramírez. Quien destacó el aporte de la instancia por la apertura a un mundo que normalmente está vedado a la gente que no pertenece directamente a él: «Me llevo una muy buena impresión, porque además la discusión que se produjo después de la película evidentemente muestra que se hizo pensar a la gente. Le removió la cabeza y el corazón con respecto al tema».

Entre la conversación también asomaron disidencias, como el hecho de si la sociedad mapuche es machista o no. Sobre esto Álvaro comentó «no todos están de acuerdo y eso también es importante porque es la única manera de limar esas asperezas, conocerse mutuamente, perderse el miedo y además entender que no hay otra manera de solucionar el tema que convivir. Y eso significa conocerse: eso lo muestra la película y toda esta instancia que ustedes organizan».

Luego de la conversación, se intercambiaron contactos y se extendieron invitaciones a distintas actividades de la comunidad, lográndose el objetivo de articular y tejer redes por un mundo cada vez más informado y menos desprejuiciado.