Memorias Maxi Kiki Ball: presencia, ruido y retumbar

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Este sábado 7 de enero, Temuco se prepara para ser la sede de Memorias Maxi Kiki Ball, evento que reúne doce categorías de baile y pasarela dirigido a toda la comunidad ballroom, disidente y artística del Wallmapu y Latinoamérica, en el Anfiteatro del Parque Isla Cautín, evento organizado por la Casa de Abya Yala. Entrada liberada para el público general y cinco mil pesos para caminantes. 

House of Abya Yala, casa Kiki Latina activa desde el año 2020, reúne a personas de la comunidad disidente LGBTQ+ distribuidas en varias regiones de Chile, con nicho principal en el territorio de Wallmapu. Casa que por medio del ballroom genera espacios a las distintas corporalidades e identidades que habitan el territorio.

Como casa organizadora conversamos con Tiwa Labastida, madre comadrona de Casa Abya Yala, junto a Rimü Abya Yala, quienes compartieron sus motivaciones y deseos para este esperado encuentro.

¿En qué consiste Memorias Maxi Kiki Ball?

«El primer día habrá talleres, clases de danza y pasarelas. La segunda jornada consiste en la Maxi Kiki Ball, el evento de competencia con doce categorías de baile y pasarela, lo especial de este encuentro es que busca resaltar y visibilizar las identidades ancestrales, racializadas disidentes del Abya Yala (Latinoamérica). Es un espacio de reivindicación y resistencia para la comunidad disidente, para la comunidad trans, únicamente dedicade para nosotres», señala Tiwa. 

Quien nos recuerda que la escena ballroom nace de racialidades afroqueer, afrolatinas en Nueva York, con el fin de mostrar lo no hegemónico. De ahí que el llamado es a mostrar libremente y sin prejuicios las diversas identidades, cuerpas, personalidades y expresiones de género. 

“Queríamos que fuera algo grande y a la vez íntimo, porque también hay muchas heridas históricas en este territorio, por la colonización, el racismo y la transfobia. Buscamos mostrar lo que gente disidente vivimos, perteneciendo también a un pueblo indígena. Particularmente nosotres (Tiwa, Rimü) pertenecemos al pueblo mapuche y ser mapuche champurria, marrona y marika es distinto en el cómo se habita en el cotidiano. Queremos dar el espacio a esa disidencia, también a lo afro, a lo kuriche y abrazarlas con ternura. Mostrar que existimos identidades fuera del binarismo de género dentro de los pueblos indígenas y despojarnos de ese colonialismo”.

Con esta iniciativa se busca aportar a la misión donde las nuevas generaciones no se sientan soles en sus procesos. 

“Yo nunca vi gente trans o marika cuando era chica. Yo creo que si hubiese visto gente disidente más en lo cotidiano y no en el anonimato o escondida, sé que habría crecido con mucho menos prejuicios y menos vergüenza”, reflexiona Tiwa, madre Abya Yala. 

Tiwa Abya Yala, Madre Comadrona Fundadora.

En estos procesos de acompañamiento, las casas también cumplen un rol que no es solo enfocado a la competencia dentro del ballroom. De esto nos conversan Tiwa y Rimü Abya Yala.

“El objetivo principal de las casas en el ballroom es proteger a las infancias, porque todes cargamos con historias de familias biológicas donde no nos aceptan, no se respeta nuestra identidad ni pronombres, y naturalmente se forman estas nuevas familias. Si le sacamos el nombre de casa, hay muchas veces que se busca ese nicho de gente que te respeta y eleva, que te dice ‘eso, lo estas dando todo, vamos, eres grande’. 

Dentro de estas familias existen personas con roles maternos, paternos, de xadres (no-binaries) o sólo hermandades, su configuración es libre. A medida que pasa el tiempo se incluyen nuevas personas y las más antiguas van adquiriendo más responsabilidades dentro de la casa de forma natural”, comenta Tiwa Abya Yala. 

Afrojûdá Abya Yala – Rimü Abya Yala – Killa Abya Yala – Xadre Fundadore Ajolote Abya Yala – Madre Comadrona Fundadora Tiwa Abya Yala.

“Las casas son un impulso creativo, colectivo. En nuestro caso formamos la casa ante todo, desde el cariño, el amor y el respeto, agarramos todo eso y desde allí comenzamos a darle forma y sentido a lo que hacemos. Aunque, también hay personas que no pertenecen a casas pero que de igual manera participan y levantan instancias de encuentro”, destaca Rimü.

La ternura como resistencia

Tiwa sostiene que es bastante frecuente que “gente de la comunidad es echada de sus casas por sus familias (biológicas) o se van de sus casas y algunes terminan en situación de calle o viviendo en okupas, o quienes lo dan todo para vivir en un departamento o casa todas juntas para sobrevivir, porque ser disidente en esa sociedad es sumamente difícil. Te discriminan en todos lados, no te dan trabajo por ser disidente, es precarizado totalmente, no te respetan tu nombre social, que ahora se puede cambiar gracias a la Ley de Identidad de género, pero es un cambio súper binario. Para este Estado o eres hombre o eres mujer, entonces el espectro de las no binariedades está totalmente ajeno todavía. Si bien hay un caso requirió un gran trabajo legal”. 

Regresando al día de la Maxi Kiki, ¿cómo surge la categoría rostro milenario y en qué consistirá? 

“Más que la competencia en sí, queremos que la gente vea que existen rostros disidentes, marikas o trans indígenas, afro o mestizes, que están ahí y están en todos lados, pero no se dice por miedo, por vergüenza o por racismo. Queremos que la gente de pueblos indígenas, mestiza, afro que las viva y que no las haya podido mostrar con orgullo, lo haga en el mundo marika en esta categoría y reivindique estas historias, decir; ‘a mi no me interesa, esta es mi carita, tengo tremendo caracho hermoso y lo voy a mostrar igual porque estoy orgullosa’”.

Responde Tiwa.

«Se espera la participación de amigues mapuche, chona, aymara, afro y desde Lima se esperan hermanes que vienen desde la selva amazónica», comenta Tiwa y agrega, “el plus de esta categoría es que deberán llevar las joyas propias de su pueblo, porque muchas veces estas también están asociadas a un género, a mí me pasó mucho, nunca pude ocupar chaway porque no era ñaña, pero ahora las llevaré con orgullo porque no he podido vivir mi identidad, pero lo soy, nadie me lo puede negar”. 

Afrojûdá Abya Yala.

La invitación es para este sábado 7 de enero desde las 13:00 horas, a encontrarnos en el Anfiteatro Parque Isla Cautín en torno al arte de la Maxi Kiki Ball. Entrada liberada para asistentes. Ocasión en la que Ficwallmapu se sumará con una selección de cortometrajes de Diversidades Ancestrales. ¡Pewaiñ! ¡Nos vemos!