Estreno de wiñaypacha en Lanco: «vuelvan aquí romeritos, vuelvan aquí espíritus»
Con estas palabras Phaxsi y Willka, los personajes protagonistas de Wiñaypacha, esperan en tiempo de Pachacuti en el altiplano puneño. Un momento de renuevo, de revuelta y de espera de buenos tiempos.
En una vinculación entre Ficwallmapu, el Festival de cine y artes en Wallmapu y el Centro de promoción cinematográfica de Valdivia, la premiada película del realizador Óscar Cotacora, se presentó en la Biblioteca municipal de Lanco a sala llena. Pu lamngen de comunidades mapuche cercanas, comunicadores y comunicadoras indígenas y habitantes de la localidad presenciaron el estreno de la película en esa localidad y compartieron un mishawun y un nütram posterior a la exhibición. Sobre la importancia de la revitalización de las lenguas originarias, sobre la soldad en la vejez, de la necesidad de mantener y potenciar los medios de comunicación indígenas y tanto más se conversó, de la emociones de una película que propicia encuentro y conversación.
Wiñaypacha, película hablada por completo en aymara y subtitulada al castellano, muestra la realidad de dos ancianos aymaras que viven en el altiplano junto a sus animales en relación con una naturaleza que se nos presenta bella y poderosa. La intensidad de sus imágenes, el transcurrir de la vida en las alturas, la soledad que provoca la migración de los jóvenes desde la ruralidad a las ciudades son temáticas que se abordaron en el conversatorio.
La comunicadora Mireya Manquepillan señaló la importancia del cine y la comunicación indígena, de que los propios pueblos originarios produzcan sus películas, sus medios informativos, sus propias comunicaciones. Por su parte, Pedro Rosas Carillanca, un lamngen de la localidad de Lilkoko, quien asistió junto a su hija, Pamela y sus tres nietos, expresó la preocupación de la vejez en las comunidades, de la salida de la gente joven de los territorios rurales, producto de la presión de buscar recursos monetarios y cómo vivir en las comunidades, en el campo es un acto de resistencia. El lamngen Victor Huaiquimilla, con la experiencia de haber sido parte de la película Mala junta, señaló la gran calidad de la película y la importancia de reflejar las distintas realidades que vivimos los pueblos originarios.